La confianza de los adultos en las capacidades infantiles..

En el espacio de juego tenemos un tobogán un poco alto para favorecer la motricidad de los niños y las niñas. Los primeros días de escuela vimos cómo la abuela de Roser sufría cuando la niñantentaba bajar por el tobogán. Roser enseguida decía: -¡Ayúdame, ayúdame! No se atrevía a hacerlo sola ante la mirada de su abuela. Por su parte, la abuela corría a ayudarla y a continuación le decía: -Roser, no te subas que te vas a caer.
cuidado de uno mismo, enseñanza, educación familiar, educación infantil,

Idioma:
- Castellano
Formato:

Texto